La actriz, dramaturga y licenciada en Filología Hispánica Alma García, (Manises), siempre ha tenido una gran pasión por el teatro. Se apuntó a actividades extraescolares de teatro y perteneció al grupo de teatro Quart de Poblet. Otra de sus pasiones fue la poesía. Fue a los 14 años cuando empezó a desarrollar anorexia nerviosa y a los 17 años ingresó en una clínica de Barcelona durante un año y dos meses.
Una vez abandonó la clínica, aunque continuó su lucha contra los trastornos alimentarios, se licenció en Teoría y Práctica del Arte Dramático en la Academia de Artes Escénicas TOTART de Valencia y continuó su formación como actriz en la escuela de interpretación Work in Progress, dirigida por Darío Focal, en Madrid. Fue mientras terminaba un máster cuando tuvo la oportunidad de escribir su primera obra de teatro Qué bueno que fuera tu tierra, Galdós. Fue un encargo que le hizo, viendo su potencial, uno de sus maestros, José Gómez Friha, que tenía una compañía de teatro en Venecia y debía crear una obra para la Biblioteca Nacional. Y si hay una palabra que define a Alma es creadora, porque desde allí escribió las obras Non confeso (Festival Integración das Artes da Coruña), O retablo dos monstros (Fundación Miró, Mallorca) y «Contra Ana» (Lo contrario), que también cuenta la historia de todos aquellos compañeros de prisión (y familiares) que padecieron esta enfermedad o vivieron esos meses. Alma García también es licenciada en Filología Hispánica.
En el cine protagonizó el cortometraje Una mira de Alberto Baldini, y también la vimos en los cortometrajes Doopled y Algo de malicia, así como en la serie Déjate ver.